¿Qué ocasiona el estrés laboral? ¿Y cómo prevenirlo?

En los últimos años, los equipos de Recursos Humanos se vienen enfrentando a fenómenos organizacionales cada vez más complejos, como la Gran Renuncia, la renuncia silenciosa o la creciente desconexión con el trabajo. Si bien estos fenómenos tienen múltiples causas, muchos comparten un denominador común: el estrés laboral.

Ahora bien, el estrés en sí no es necesariamente algo negativo. En dosis moderadas, puede ayudarnos a enfocarnos, darnos energía y prepararnos para enfrentar situaciones exigentes. Es ese empujón que nos mantiene alerta antes de una reunión clave o que nos ayuda a estar más atentos para no cometer errores. El problema aparece cuando el estrés se vuelve constante, intenso y abrumador.

Factores como jornadas laborales excesivas, plazos demasiado ajustados, climas laborales tóxicos o exigencias desmedidas pueden derivar en una preocupación constante, agotamiento físico y mental, e incluso llevar al síndrome de burnout —o su versión más silenciosa, el burn-on, igual de nociva. Cuando el estrés se sostiene en el tiempo y supera ciertos límites, el cuerpo y la mente empiezan a pasar factura.

En esta guía, vamos a repasar las principales causas del estrés laboral y te vamos a compartir buenas prácticas para prevenirlo, tanto a nivel individual como dentro de las organizaciones.
 

Tipos de estrés laboral: ¿Estrés positivo y negativo?

Como ya mencionamos, el estrés no necesariamente es malo. En general, las personas pueden presentar dos tipos de estrés laboral: positivo y negativo.

Estrés positivo

El estrés positivo, también conocido como eustrés, aparece cuando una situación desafiante activa una respuesta funcional y adaptativa. En estos casos, un cierto nivel de presión puede resultar beneficioso: favorece la concentración, agiliza la toma de decisiones y potencia la sensación de logro al alcanzar una meta.

Este tipo de estrés suele manifestarse cuando, por ejemplo, una persona entrega un proyecto con éxito o encuentra una solución creativa bajo presión. El eustrés cumple un rol clave en la motivación y la innovación, ya que impulsa a actuar con energía, enfoque y determinación.

Estrés negativo

En contraposición, el estrés negativo —o distrés— es dañino y tiene consecuencias tanto físicas como psicológicas. Puede manifestarse a través de ansiedad, fatiga, bloqueos mentales, trastornos digestivos (como la gastritis), contracturas musculares y otros síntomas.

El distrés genera un efecto agotador y paralizante que impacta directamente en el rendimiento laboral, la creatividad, la salud y las relaciones interpersonales. En el ámbito profesional, suele originarse por una presión constante, exceso de carga laboral o falta de autonomía en la gestión de las tareas. Todo esto puede derivar en una saturación física y mental.

Sus consecuencias no solo afectan la salud individual, sino que también alteran el equilibrio entre la vida personal y laboral, deteriorando la calidad de vida de manera general.

¿Estrés agudo o crónico?

Además de su impacto, el estrés también puede clasificarse según su duración o intensidad. El estrés agudo es la forma más común: se presenta de manera puntual, ante una situación específica —por ejemplo, la pérdida de un contrato importante o una reunión decisiva—, y tiende a desaparecer una vez resuelto el episodio.

En Argentina, 9 de cada 10 personas trabajadoras declaran haber experimentado estrés agudo en algún momento. Aunque este tipo de estrés puede ser manejable si se aborda a tiempo, si se vuelve recurrente y no se canaliza adecuadamente, corre el riesgo de evolucionar hacia una forma más persistente y dañina: el estrés crónico.

Por otra parte, el estrés crónico es a largo plazo. Se genera por constantes exigencias y presiones ocurridas durante largos períodos. Las personas que sufren de este tipo de estrés pueden padecer sus síntomas por semanas o incluso meses. 

¿Cómo afecta el estrés laboral a los trabajadores argentinos?

En Argentina, el estrés laboral parece ser una constante que afecta a trabajadores de todos los sectores. Según el informe Burnout 2024 de Bumeran, un preocupante 91% de las personas que trabajan en el paísafirma sentirse “quemada”, es decir, experimenta agotamiento físico y mental por su trabajo. Si bien este número bajó levemente respecto al 94% registrado en 2023, sigue siendo el más alto de toda Latinoamérica (superando a países como México y Chile). El fenómeno se explica por las largas jornadas, la presión por cumplir objetivos cada vez más exigentes y la falta de herramientas reales para gestionar el estrés. Esta situación no solo afecta el bienestar personal, sino que también repercute directamente en la productividad, el clima laboral y el desarrollo económico del país.

Además del cansancio extremo y la falta de motivación, muchas personas sienten que no pueden desconectarse del trabajo ni siquiera en sus tiempos libres. La mayoría intenta sobrellevar esta carga con distintas estrategias: el 77% dice que realiza actividades para aliviar el estrés, como hacer ejercicio, practicar yoga, leer, mirar series o simplemente pasar tiempo con sus seres queridos. 

Sin embargo, un 23% reconoce que no hace nada para sentirse mejor, lo que marca una señal de alerta. El estudio también muestra que más de la mitad de los especialistas en Recursos Humanos reciben consultas sobre burnout, lo que demuestra que el tema ya dejó de ser individual para convertirse en una preocupación organizacional. Frente a este panorama, se vuelve clave que las empresas tomen medidas concretas, como implementar horarios más flexibles, programas de bienestar mental y espacios donde se valore el reconocimiento y el descanso. Porque cuidar a las personas que trabajan también es cuidar el futuro del país.

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Causas del estrés laboral

Existen varios factores que ser fuentes de estrés negativos dentro de los equipos de trabajo. Éstos tienen que ver con las características del puesto que se desempeña y las relaciones laborales dentro de la empresa.

“El 36% de los colaboradores/as considera que realizar actividades que no le corresponden, la presión de obtener resultados fuera de su alcance, los llamados “bomberazos” y el hostigamiento fuera del horario laboral son prácticas comunes y que influyen para que el colaborador experimente este problema.” 

Occ Mundial

El estrés en el trabajo puede tener múltiples causas. Acá repasamos algunos de los factores más comunes que inciden negativamente en el bienestar de las personas dentro de las organizaciones:

• Falta de autonomía en la forma de trabajar: métodos, ritmos, horarios y condiciones del entorno impuestas sin posibilidad de participación.
• Carga laboral desequilibrada, ya sea por exceso o por una escasez de tareas que generan sensación de inutilidad o aburrimiento.
• Liderazgo ineficaz o mal gestionado, que no brinda contención ni guía clara.
• Jornadas laborales extensas, que superan los límites legales o recomendados.
• Falta de coordinación y eficiencia dentro del equipo de trabajo.
• Horarios rígidos, sin margen para la flexibilidad o adaptación a necesidades personales.
• Organización deficiente y falta de supervisión por parte de los mandos superiores.
• Comunicación interna poco clara o insuficiente, que genera confusión y malentendidos.
• Desequilibrio entre la vida laboral y personal, con escaso margen para el descanso o el tiempo libre.
• Alta exposición a riesgos físicos, que incrementan las posibilidades de accidentes laborales.

Características del puesto de trabajo

Algunos empleos, por su naturaleza, implican condiciones que pueden generar mayor estrés. Las tareas que suponen riesgos físicos o psicológicos, como manejar maquinaria pesada, manipular sustancias tóxicas, trabajar en altura o en condiciones climáticas extremas, suelen aumentar los niveles de ansiedad.

Asimismo, los trabajos monótonos o repetitivos —como tareas administrativas, producción en línea o servicios de limpieza— pueden convertirse en fuentes constantes de desgaste. También se destacan aquellos roles que requieren interacción frecuente con clientes conflictivos o involucran altas cargas emocionales, como el cuidado de personas.

Entre las características del puesto que más contribuyen al estrés, se encuentran:

• Carga de trabajo: exceso de tareas, plazos urgentes, falta de actividad o presión constante.
• Horarios: jornadas extensas, descansos insuficientes, turnos nocturnos, rotación permanente o exceso de horas extras.
• Falta de autonomía: escasa participación en decisiones, poca libertad para organizar la jornada o elegir el ritmo de trabajo.

Ambiente laboral

El entorno de trabajo incluye tanto las relaciones interpersonales como las experiencias cotidianas dentro de una organización. Cuando ese ambiente es negativo, puede afectar de forma directa la salud mental y emocional de las personas que lo habitan.

Situaciones como el rechazo entre compañeros, la indiferencia generalizada, o liderazgos intimidantes y excesivamente exigentes son señales claras de un clima laboral tóxico. Además, hay otros factores que influyen de manera significativa en la calidad del ambiente de trabajo:

• Perspectivas profesionales limitadas: cuando un empleo no ofrece posibilidades de crecimiento o desarrollo, se vuelve monótono y genera frustración. Lo mismo ocurre si no hay un contrato formal o si la persona no cuenta con cobertura de seguridad social, lo que incrementa la sensación de inestabilidad.
• Falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal: cuando una empresa no promueve políticas que favorezcan una buena calidad de vida, puede terminar absorbiendo la mayor parte del tiempo y la energía de sus colaboradores. La escasa flexibilidad frente a problemas familiares o de salud también suma tensión y malestar.
• Condiciones laborales deficientes: la falta de higiene, seguridad o equipamiento adecuado, la mala iluminación, el ruido excesivo o la ausencia de espacios personales son elementos que, sostenidos en el tiempo, pueden generar ansiedad, incomodidad y fatiga crónica.

¿Cuáles son los síntomas del estrés laboral?

Los síntomas más frecuentes del estrés laboral incluyen dolores de cabeza, tensión muscular, agotamiento físico y diversas afecciones de salud mental. En el plano emocional, se manifiesta principalmente a través de la ansiedad, la falta de motivación y una mayor irritabilidad.

Además, cuando el estrés se mantiene de forma prolongada, sus consecuencias pueden ser aún más graves. Las personas expuestas a niveles elevados de estrés tienen hasta siete veces más probabilidades de experimentar agotamiento emocional. También se incrementa significativamente el riesgo de sufrir molestias musculares en la espalda, el cuello y los hombros. A esto se suma un aumento de hasta el doble en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Según la Organización Internacional del Trabajo, la exposición constante a factores estresantes puede triplicar el riesgo de desarrollar hipertensión.

Cabe mencionar que el estrés laboral suele manifestarse a través de síntomas emocionales, cognitivos, conductuales y fisiológicos.

• Emocionales: miedo, intolerancia, mal humor, indiferencia, falta de motivación, sensación de inseguridad.
• Cognitivos: falta de concentración, olvidos frecuentes, poca capacidad para resolver problemas, lentitud mental, dificultad de aprendizaje.
• Conductuales: menor productividad, cometer errores frecuentes, tics, risa nerviosa, reportarse enfermo sin estarlo. Otros síntomas son: tratar de forma brusca a los colegas, aumentar el consumo de café, tabaco y alcohol, apretar las mandíbulas.
• Fisiológicos: dolor de cabeza, dolor de espalda y cuello, malestares digestivos (es común presentar gastritis o colitis). También ocasiona fatiga, infecciones, aumento de la presión sanguínea, trastornos del sueño, obesidad.

¿Cómo manejan el estrés laboral las empresas en Argentina?

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En Argentina, el estrés laboral está contemplado dentro del marco legal que regula la salud y la seguridad en el trabajo. Las principales normas que lo abordan son la Ley 19.587 de Higiene y Seguridad en el Trabajo, junto con sus decretos reglamentarios, y la Ley 24.557 de Riesgos del Trabajo. 

Estas leyes obligan a los empleadores a prevenir todo tipo de riesgos laborales, incluyendo los psicosociales, como el estrés. Además, la Resolución Exenta 1448/2022 del Ministerio de Salud actualizó el Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales en el Trabajo, con el objetivo de promover la detección, evaluación y control de los factores que pueden afectar la salud mental en el ámbito laboral. En conjunto, estas normas buscan garantizar condiciones de trabajo más seguras y saludables, protegiendo tanto el bienestar físico como emocional de las personas trabajadoras.

Esto quiere decir que las empresas Argentinas deben:

• Evaluar potenciales riesgos a la salud: Los empleadores deben identificar y evaluar los factores de riesgo psicosocial en el entorno laboral, incluyendo el estrés.
• Implementar medidas preventivas: Es necesario implementar acciones para reducir o eliminar los riesgos detectados, como una mejor organización del trabajo, una comunicación más clara, una gestión equilibrada de la carga laboral y programas de capacitación.
• Desarrollar programas de vigilancia: Se debe establecer un programa que permita monitorear la salud de los trabajadores y detectar a tiempo posibles efectos del estrés en su bienestar físico o mental.
• Oferecer atención a los trabajadores: La empresa debe brindar apoyo a quienes atraviesen situaciones de estrés laboral, incluyendo el acompañamiento adecuado y la derivación a profesionales de la salud mental si fuera necesario.
• Ofrecer información y capacitación: Es fundamental informar a los trabajadores sobre los riesgos psicosociales y ofrecer capacitaciones que les permitan reconocer, prevenir y gestionar el estrés de manera saludable.

Igualmente, las áreas de Recursos Humanos en Latam, que sí buscan combatir el estrés laboral dentro de su organización, afirman realizar acciones como: 

1. Brindar bonos y flexibilidad laboral (51%)
2. Desarrollar canales de comunicación efectiva (36%)
3. Generar campañas para identificar factores de riesgo (39%)
4. Desarrollar programas de bienestar mental, como meditación o asesoría psicológica (24%)
5. Desarrollar programas de bienestar físico, como nutrición (20%). 

Por otra parte los colaboradores/as suelen lidiar con el estrés a través de:

1. Descanso (55%)
2. Actividades físicas (52%)
3. Actividades de recreación (32%)
4. Meditación (15%)
5. Terapia (10%)

¿Cómo reducir y prevenir el estrés laboral? (Acciones que puede hacer tu empresa)

Hay acciones que tu empresa puede implementar para reducir el estrés de tus colaboradores/as, mejorar sus nivel de satisfacción laboral, disminuir el ausentismo y la rotación de personal. Estas son algunas de ellas:

Establece horarios flexibles

En general, los colaboradores/as perciben que una estrategia de horarios flexibles promueve una mejor calidad de vida, mayor motivación y satisfacción laboral, e igualmente fomenta una mayor productividad.  Actualmente, 38% de los colaboradores confirma que sus empresas aplican políticas de horarios flexibles, según algunas encuestas laborales.

Estimula la actividad física

Las empresas que dan acceso a centros deportivos tienen colaboradores/as más satisfechos y productivos. Está comprobado que hacer ejercicio físico con regularidad reduce los niveles de estrés y aumenta la productividad laboral. Igualmente, implementar algunas técnicas de relajación y respiración profunda también resultan útiles. 

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Escucha a tus colaboradores

Aprender a escuchar a tus colaboradores/as es un aspecto clave para que se sientan apoyados.

Da retroalimentación constante

Dar feedback a tus colaboradores/as es la mejor manera de orientarlos para mejorar su desempeño, les da seguridad y se sienten valorados.

Mejora tus procesos

Una organización eficiente de los procesos en tu empresa evitará las sobrecargas de trabajo y la presión laboral.

El rol de los planes de bienestar para reducir el estrés laboral

¿Sabías que el 99 % de los líderes de Recursos Humanos afirma que sus programas de bienestar han contribuido a mejorar la productividad de sus equipos? Además, el 91 % de las empresas reporta una reducción en los gastos médicos tras implementar iniciativas de wellness.

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